“Julio no parecía peligroso, es más,
superando esa barrera de insensibilidad, había una persona realmente
dulce… la pregunta era cómo acabar con aquello que sólo se había
venido abajo producto de un golpe en la cabeza, tampoco es que
pudiese golpearlo a diario con la esperanza de hacerle salir de ese
trance.” Meditaba Marcos mientras le llevaba a su cama y le tapaba.
Demian, por su parte, decidió aprovechar su
día libre finalizando la lectura del expediente del chico.
Marcos se encargó de llevarle el desayuno a
Julio.
Charon había insistido en acompañarle, un poco con la duda,
terminó dejando que fuese. Para su sorpresa, Julio se portó
amigablemente incluso le rió las bromas a Charon sobre su mano y su
cabeza vendadas, engullo los alimentos y se despidió de ambos antes
de que cerrarán su celda.
La adolescente se disgustó bastante con que
alguien tan amable estuviese encerrado, Marcos le explicó que era porque
era un mal paciente, y se había negado a comer y a tomarse su
medicina…
Marcos- Tu hermano ha tenido problemas para
que Julio coma, creo que está… deprimido, o algo así… además
parece estar aquejado de algo más…
Charon- Pero eso no es razón para tenerlo
así.
Marcos- Por eso tu hermano quiere tenerlo
controlado para estudiar lo que le pasa. Además a los nuevos es
normal tenerlos aparte durante un tiempo.
Charon aceptó la respuesta aunque
seguía compungida por su salvador.
Demian levantó la cabeza, y miró la hora…
las 12, y aún no se había pasado a ver Julio. Tomó lo necesario y fue
a su celda, por el camino no se encontró con nadie, y no había
avisado a Marcos, no sabía si necesitaría su ayuda, esperó que no fuese
necesario. Llegó a la puerta, entró y cerró tras el. El otro chico estaba
trasteando el armario, había hecho la cama y parecía aburrido. Se
sorprendió al verlo entrar.
Demian- Perdona, pero esta mañana no he
podido venir, y no debería dejar que te saltases las dosis.
Julio cerró las puertas del ropero y se
sentó en la cama. Parecía abatido, Demian se sintió aliviado, "a pesar
de su estado de ánimo parece que colaborará" pensó, ocupó su lugar junto
a la cama y empezó a prepararlo todo. Julio se tumbó resignado,
esperando el aguijonazo, pero en ese momento se dio cuenta, la puerta
estaba abierta, el cerrojo estaba por fuera, y su custodio estaba sólo. Sin
pararse a pensarlo mucho, saltó de la cama, pilló por sorpresa a Demian
que quedó encerrado en un abrir y cerrar de ojos.
Era libre, si lograba quitarse el
collar antes de que lo pillasen, sería libre. Salió corriendo por el
pasillo, alcanzó la salida al patio trasero y corrió campo a través
dentro de las propiedades de la mansión. Tenía claro lo que
buscaba, un lugar dónde ocultarse mientras se quitaba aquello, y lo
más probable es que no le buscasen dentro de los mismos terrenos,
encontró una zona boscosa, una zona de frutales varios y se ocultó
allí, vio unos ciruelos cuyas ramas llegaban al suelo escondiéndolo
de miradas indiscretas.
La carrera lo había dejado exhausto,
había hecho bien al tomar el desayuno aquella mañana, se centró en
darle vueltas al aro que tenía en su cuello, buscaba un punto,
alguna marca, algo que abriese mágicamente el artefacto.
Cuando Marcos fue a llevarle el almuerzo al nuevo,
descubrió a un irritado Demian que lo miraba ferozmente desde el interior
de a celda.
Demian- Ese idiota…-
Marcos- No puede haber ido muy lejos, no
estaba lo bastante recuperado como para esperar escapar de verdad- la
mirada de malas pulgas de su acompañante le respondió.
Demian- No volveré a fiarme de él- sabía
que otros amos trataban con desprecio y crueldad a sus esclavos, así
que habiendo tratado de ayudarle acabase así recompensado le dolió.
Demian sacó la pantallita que había usado
para verificar el collar de Julio, introdujo parte de un código y la
pantalla se iluminó con un mapa de la finca familiar, un puntito
palpitante marcaba su escondrijo.
Demian- Parece que se ha escondido aquí
mismo, esperemos que no haya sido tan idiota de intentar quitarse el
collar, es más probable que se haga daño que de que se lo pueda
sacar- Diciendo esto fueron en su busca.
* * *
Ya lo había intentado todo, aquel aro
no salía de ninguna forma posible, resoplaba y tenía el cuello y
las manos irritados. Levantó la vista frustrado. Justo a tiempo, un
vehículo se aproximaba a su refugio, no se dejaría coger, había
logrado demasiado como para dejarse atrapar ahora. Esperó agazapado
para no dar facilidades a que lo encontrasen, el biplaza pasó de
largo por muy poco, era su ocasión, corrió ocultándose de la vista
entre los árboles.
Algo iba mal, el vehículo dio media vuelta y se le acercaba, no importaba cuánto corriese, ni cuanto se ocultara, tenían un medio de seguirlo.
Algo iba mal, el vehículo dio media vuelta y se le acercaba, no importaba cuánto corriese, ni cuanto se ocultara, tenían un medio de seguirlo.
La rabia se apoderó de él,
olvidándose de todo razonamiento lógico se limitó a correr con
todas sus fuerzas, no tenía dónde guarecerse, se había visto
obligado a salir a campo descubierto. Su cuerpo falló, sintió un
golpe, le faltaba el aire, y el pecho le dolía. Antes de que se
diera cuenta Demian le sujetaba la cabeza hacia atrás y Marcos le estaba
presionando el pecho a intervalos, se dejo ir…
Demian y Marcos de afanaban en revivirlo, la carrera y la excitación le habían ocasionado un fallo cardiaco, desesperado, su nuevo propietario le daba aire y constataba una y otra vez si sus constantes volvían a la normalidad. Por fin un jadeo y una tos les marcó el reinicio de sus funciones.
Demian y Marcos de afanaban en revivirlo, la carrera y la excitación le habían ocasionado un fallo cardiaco, desesperado, su nuevo propietario le daba aire y constataba una y otra vez si sus constantes volvían a la normalidad. Por fin un jadeo y una tos les marcó el reinicio de sus funciones.
Demian- Idiota…
Marcos se limitó a recogerlo del suelo,
subieron al biplaza y volvieron a la mansión. Una vez allí entraron
en el cuarto que le habían asignado al chico, estaba lleno de restos de
maleza y tierra, así que Marcos lo llevó a la ducha y lo lavó, estaba
inconsciente, por lo que no le ocasión muchos problemas. Aunque,
lidiar con un cuerpo muerto no es fácil, al menos no luchaba.
Le vistieron entre los dos y lo colocaron en su cama. Demian se preparó
para examinarle a fondo, le desabrochó el pijama y colocó las
ventosas sobre su pecho, la cajita que tenía entre las manos le dio
la lectura del electrocardiograma, estaba estable, aún así aquello
era peligroso. Cuando despertase se encontraría muy cansado, no
podría echarle la bronca como esperaba. Registró el suceso y se
sentó a esperar.
Si tenía esa dolencia, debía de ser
lo bastante leve como para haberle permitido tamaña lucha, pero tras
ese susto debería de vigilar más de cerca su evolución.
Julio despertó al anochecer, sus guardianes habían
cenado en su estancia, no lo habían dejado solo ni un momento. Trató
de hacer memoria, no recordaba lo sucedido tras su encuentro con el
vehículo cuando había sido descubierto, su fuga le había salido
por la culata. Sintió un gran resentimiento… intentó incorporarse
pero no pudo, eso le asustó.
Demian-Estate quieto- le soltó de mal
humor, mientras se le acercaba.- todo esto por eludir un pinchacito
de nada- sabía que no era por eso, pero aquello le dolería más que
cualquier otra cosa que le dijera.
El aludido miró a otro lado, al hacerlo sintió
un escozor en el cuello, al ir a tocarse se dio cuenta, tenía los
dedos vendados, y el cuello también.
Demian- Te hemos cambiado los vendajes y nos
has obligado a añadirte más- dijo con tono distraído.
Marcos- Déjalo ya, lo ha pasado mal- Demian se
volvió para contestarle.
Demian- ¿Y nosotros no?- le soltó de mala
gana- creí que se me moría en los brazos.- se giro de nuevo para
ver la reacción de Julio, estaba asustado y se apretaba el pecho.
Sobresaltado le aferró una mano e intentó tranquilizarlo.
Demian- Venga, que eso ya ha pasado, cálmate
y descansa.- Indicó a su ayuadante que se acercara y lo incorporaron un poco, Demian
se encargó de darle de cenar, Julio estaba tan agotado que se limitó a
tragar lo que le daban. Finalmente le metió unas pastillas en la
boca con una cuchara y con un poco de
agua le hizo ingerirlas. Le recostaron y se quedó dormido, no sintió
los pinchazos que Demian le administró, ni cómo le tapaban…
Le dejaron sólo, no sin que antes su amo
programase su collar por si sufría alguna irregularidad cardíaca.
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