Tras el desayuno Demian y Marcos se dirigieron a
ver cómo estaba su huésped, Marcos llevaba el desayuno en una bandeja,
café, zumo, tostadas, fruta…
Marcos- ¿No te parece demasiado para un
esclavo?- Bromeó.
Demian sonrió
Demian- Mi intención es que se recupere
pronto, así que voy a tentarlo para que coma. Traigo un suplemento
en el maletín- dijo mientras lo alzaba a su lado – espero que le
haya bajado la fiebre, los resultados de los análisis deberían
llegar esta tarde.
Abrieron la puerta y entraron, no
parecía haber cambiado nada, estaba igual que lo dejaron la noche
anterior, Marcos dejó la bandeja en una mesa que había en el centro de
la habitación y se acercó a la cama. Demian ya estaba allí, había
levantado la colcha.
Demian- ¡Está desnudo!- miró a su acompañante que se
adentró en el baño, la ropa del día anterior estaba tirada por el
suelo y había una toalla en mitad de la puerta.
Marcos- Parece que le dio por darse una
ducha nocturna-
Demian- Vaya… anda y recoge algo del
armario, debería venirle bien, y unos calzoncillos.- (El
adquirir vestuario y los objetos personales es responsabilidad del
propietario)
Julio estaba dormido tan profundamente que
no escuchó nada, Demian aprovechó para tomarle la temperatura, estaba
mejor, pero aún tenía fiebre, le descubrió la retaguardia y
preparó la jeringuilla con el antipirético, la dejó a un lado.
Extrajo tres ampollas de su bolsa, las agitó y le dio un par de
toques a la primera, partió su cuello, añadiendo su contenido al de
la jeringuilla, hizo lo mismo con las otras dos. Sacó el aire, y le
indicó a Marcos que le sujetase por si acaso.
Julio sintió una mano en su hombro
derecho, y se despertó, aún adormecido notó una segunda mano a la
altura de sus rodillas… aturdido sintió un pinchazo y se tensó
inconscientemente.
Marcos-Tranquilo, enseguida acabamos.- No
es que tratase de ser amigable es que ese era el trato habitual
cuando ayudaba a Demian. No tenía la titulación de enfermero o
asistente, pero su preparación en ese campo era superior.
Demian también se había dado cuenta de que
se había despertado así que intentó acabar pronto, esperaba una
oposición violenta como la de la noche anterior, no obstante no fue
así. Julio se dejó hacer, una vez acabó de darle su medicina, Demian le
cubrió, y Marcos dejó que se girase boca arriba.
Demian- ¿Tienes hambre?- le preguntó
mientras guardaba las cosas en su maletín.
Julio estaba colorado, Marcos se dio cuenta y le
acercó la ropa, se apresuró a incorporarse, pero la prisa hizo que
se marease, quedándose sentado en la cama con los ojos cerrados y
apoyándose en la cama. Marcos y Demian se quedaron mirando.
Julio estaba cada vez más rojo, en cuanto
se le pasó un poco se pasó la camiseta por la cabeza y se giró
para ponerse la parte de abajo. Se quedó sentado en el filo de la
cama avergonzado.
Demian-No me has contestado… ¿tienes
hambre?- dijo un poco para romper el hielo- es mejor que no te
levantes de la cama.-No estaba acostumbrado a
que no se le tratase con respeto, y la actitud a del chico se le antojaba pura
rebeldía o peor, insubordinación.
Marcos respaldó esas palabras empujando a Julio
y recolocándolo con la espalda contra la cabecera, cubriéndolo
hasta la cintura. Esto sólo logró que Julio se sintiese más incómodo,
pero no dijo nada.
Demian le acercó la bandeja y se la colocó
sobre el regazo… Ante las miradas, Julio se sintió obligado a comer…
los observadores parecieron aliviados.
Julio- ¿Qué…?...- Demian y Marcos se quedaron
mirando, había empezado a hablar…, con voz queda y sin atreverse a
continuar Julio se forzó a acabar la pregunta, no sabía cómo actuarían
aquel amo y su sirviente - ¿Qué… me habéis inyectado?- Dijo al
fin.
Demian- Algo para la fiebre y unas
vitaminas, por si no te has dado cuenta, estás hecho una pena- Se
quedó esperando alguna respuesta, pero no hubo contestación.
Julio comió un poco más y dejó el resto.
No había comido demasiado, aquello no era suficiente para una
persona normal. Demian estaba un poco molesto pero no quiso forzarlo a
comer más, aún no sabía el por qué de su actitud. En 4 años
debía de haberse recuperado del golpe de sus padres y de su nueva
condición como esclavo… así que eso no podía ser, sólo quedaba
la opción que había sugerido Marcos. Su anterior amo debió ser un
tirano con él… no podía cometer el error de tratarlo igual... al
menos de momento.
Retiraron la bandeja y le dejaron solo
para que descansara. Al mediodía Marcos le llevó el almuerzo y se lo
dejó para que comiese sin prisas, Demian estaba atendiendo algunos
asuntos fuera de la mansión. Julio no le habló, se mantuvo tan apático
que Marcos decidió no decirle nada.
A la tarde con la llegada de Demian, fueron
a ver qué tal estaba, y a recoger la bandeja. Lo encontraron dormido
sentado en la cama, no había tocado la comida, a Demian esto le molestó
bastante. Decidió ver cómo estaba su temperatura antes de echarle
la bronca, tal vez se había sentido indispuesto y por eso no había
querido comer.
Le levantó la camiseta y le metió el
termómetro en la axila, su respiración era regular, al sentir el
objeto frío se estremeció y despertó.
Demian- No te muevas, te cabo de poner el
termómetro.-
Julio se dejó hacer, la temperatura era
normal.
Demian-Bien parece que estás mejor, esta
noche será la última que tenga que darte algo para la fiebre, un
problema menos. Y ahora-dijo mientras se ponía serio mirándole a
los ojos- dime por qué no has comido nada.
Julio-No tenía hambre- dijo quedamente,
con esa mirada suya tan inexpresiva.
Demian- Si no comes te debilitarás- dijo
cabreado, aquel chico le sacaba de sus casillas era igual de
testarudo que él, tal vez fuese eso lo que lo alteraba- ¿acaso
quieres que te alimente a la fuerza?-
Julio-…
Demian- Quedan un par de horas para la cena,
espero que comas. -dijo esto con tono de amenaza.
Se fueron, a Julio ya no le importaba nada,
qué mas le daba que lo torturasen, que lo forzasen o incluso que lo
ejecutasen con algún pretexto… había perdido la razón de vivir
se sentía como una máquina… todo le resbalaba… y ahora parecía
que le había tocado un amo caprichoso, que quería tener la satisfacción de hacerle sanar…pues vale…que hiciese lo que
quisiera con su cuerpo…
Una vez hubieron cenado, prepararon las
cosas y Demian se encontró con Marcos de nuevo para llevarle la comida y ver
su evolución.
Descorrieron el cerrojo, Julio les esperaba
sentado en la cama con los brazos cruzados. Marcos colocó la comida
delante de él y se sentó a su lado, Demian hizo lo mismo pero al otro
lado.
Julio no se movió.
Demian- Come – Le espetó
Julio permaneció con los brazos cruzados,
ignorando la orden. Demian tomó la cuchara la metió en el estofado y se
la acercó a la boca.
Demian- Abre la boca- Julio siguió
impertérrito, con la mano libre Demian apretó con dos dedos su mandíbula
abriéndole la boca. Aquello a Julio le pilló por sorpresa, introdujo la
cuchara y le cerró la boca dejando el contenido dentro. Intentó
revolverse pero Marcos le había agarrado las manos.
Demian-Traga- el chico se vio obligado a tragar- si
me lo pones así no me quedará más remedio que alimentarte de
este modo- Le quitó la bandeja de encima mientras Marcos le
inmovilizaba las muñecas y le ató los tobillos como la noche
anterior, pero las muñecas esta vez las ató juntas sobre su regazo.
Una vez acabó de atarle tomó de nuevo
el plato y la cuchara, y le dio la oportunidad de que esta vez
abriese la boca él.
Julio aceptó la derrota de aquella vez y
acabó de comer alimentado por su captor.
Demian- ¿Ves como no era tan malo?- recogió
los restos y preparó la jeringuilla delante de él, a pesar de su
impasibilidad, los pelillos de la nuca se le erizaban con esta
visión- échate de costado y dame la espalda… bien, así me gusta-
Atado como estaba no tenía mucha opción. Sintió que aflojaban las
cadenas de sus pies- ahora encoge un poco las rodillas, será mejor
para ti- obedeció, a la par que el hombre que hacía de enfermero colocaba sus manos sobre él.
Sintió que le bajaban los pantalones, y que le pasaban un algodón
frío… se abandonó al vacío, dejó de sentir.
Cuando Demian acabó, satisfecho de su labor,
comprobó que Julio se había vuelto a encerrar en su apatía. Le taparon
y le dejaron por esa noche.